La transformación digital es una evolución lógica y necesaria que no debemos temer | ITCL

Balbina López de la Torre, experta en transformación digital de las empresas

Fuente: Diario de Burgos, 20 diciembre 2017

Es responsable de Recursos Humanos y Administración en Quest Global Engineering España, una compañía que realiza servicios de ingeniería y traducciones técnicas en sectores punteros como el naval, el energético, la automoción, la defensa o el aeroespacial, en los que la industria 4.0 empieza a ser una realidad, En su cartera de clientes en España están General Electric, Gamesa, Renault, Nissan, Navantia, Airbus Militar, Eurocopter o Repsol, entre otros. Balbina López de la Torre, que será ponente en el Taller de Formación en Transformación Digital en Recursos Humanos que organiza mañana el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), lleva cinco años implicada en el proceso de transformación digital 4.0, cambio que forma parte de la realidad cotidiana de esta socióloga y abogada.

¿Qué perfil profesional demanda la industria 4.0?

Lo más importante sigue siendo la actitud del trabajador pues aquí, en mi departamento, entra un amplio abanico de titulaciones. Estamos primando la contratación de un perfil de gente sensible a la tecnología, que le guste ser user, simplificar procesos, utilizar un smartphone y que siempre este pensando en evitar al máximo posible el uso de papel o el envío de un email. El conocer técnicas es importante, pero si muestran ganas de aprender y desarrollar ámbitos tecnológicos, mucho mejor. No obstante, el 80% de nuestra plantilla son ingenieros, tecnólogos per se.

Usted recomienda decisión y paciencia para afrontar los cambios tan trascendentales que se avecian.

La transformación digital implica optimizar al máximo los procesos. Toda la información, todos los datos de estos procesos están en la nube y la conectividad con los mismos es total, facilitando todas las operaciones. Esto supone que tenemos que afrontar un cambio, transformarnos digitalmente como usuarios, como empleados de una organización. Para los que tienen 20 años, el paso es tan fácil como encender un electrodoméstico; para los que pasan de los 50, todo es tecnología, todo es nuevo. Los trabajadores tienen que entender que esto es un cambio necesario que necesita una actitud decidida y también paciencia. El sistema, por ejemplo, va a hacer muchas cosas por ti, ya no es necesario que dupliques tareas. Necesitas paciencia para explicar por qué no hay que utilizar ya el correo electrónico o el papel, por qué no hay que redundar tareas. Hay miles de cambios que asumir que requieren paciencia y también decisión. Muchas veces nos paramos por el miedo al rechazo a los nuevos sistemas y hay tareas que hay que afrontar sí o sí, como por ejemplo el pedir el consentimiento para casi todo cuando entre en vigor la nueva Ley de Protección de Datos.

Los cambios de los que habla son universales, afectan a todo…

Sí. La inteligencia artificial está en muchos ámbitos de nuestra vida, pero ni siquiera nos estamos dando cuenta. De hecho, hay mucha gente que aún lo rechaza, como el uso profesional del whatsapp, que ya se admite como verificación pericial en caso de juicio.

¿Qué grado de implantación tienen estos avances en nuestra economía?

Nosotros ya trabajamos en términos de industria 4.0 en los astilleros, en el proceso de construcción de un buque. Toda la información está en la nube, lo que permite supervisar todo el proceso de construcción, ganar en eficiencia y chequear y corregir al momento los trabajos. Es lo mismo que los edificios inteligentes, que cierran o abren ventanas en función de la luz solar. En el fondo, todo es muy simple porque todo está conectado. Nosotros trabajamos con empresas que nos están pidiendo todo el apoyo para poder desarrollar al máximo la industria 4.0. Estoy convencida que en diez años no reconoceremos la industria.

¿No están acusando la falta de preparación de los nuevos profesionales por las lagunas formativas en la universidad y las escuelas?

Los empleados junior se forman tecnológicamente en la empresa y no de tienen un perfil alejado de lo que estamos buscando. Ellos han vivido y crecido con la tecnología; de hecho se comunican a través de las plataformas de juego. Son lo más cercano que se puede pedir a un user. Entienden perfectamente lo que es la conectividad, un concepto muy importante en la Industria 4.0. No creo que estos conocimientos se estén desarrollando profundamente en la universidad, pero tampoco creo que se estén graduando personas ineptas en estos nuevos campos.

Los sindicatos alertan de que en los próximos 20 años habrá desaparecido la mitad del empleo tal y como lo entendemos hoy. ¿Coincide en esa previsión?

Es una evolución lógica que no hay que temer. No podemos vivir aislados en el pasado permanentemente. Todos podemos trabajar mucho menos si mejoramos la eficiencia. Habrá oficios que serán desempeñados por robots y las nuevas generaciones de trabajadores aportarán más valor añadido, quizá programando esos robots que están sustituyendo a los trabajos antiguos. El trabajo cambia, ya pasó la revolución industrial y necesitamos cambiar para mejorar nuestra calidad de vida.

Será necesario un mayor esfuerzo de formación para transformar los viejos trabajos sin eliminar a las personas.

Una de las ventajas de la transformación digital es que todos los sistemas están adaptados a los usuarios. Todas las innovaciones están enfocadas a la experiencia del usuario, a facilitar las herramientas del trabajo diario. La formación no es tan técnica cuando hablamos de herramientas muy intuitivas. Todo el mundo sabe manejar la televisión digital o sabe comprar a través del comercio electrónico… Detrás de todo esto hay programas de inteligencia artificial, hay transformación digital e Industria 4.0. No nos estamos dando cuenta pero está ahí, no somos conscientes. Lógicamente, hay usuarios que tienen problemas y habrá que ayudarles. No obstante, me preocupa menos la formación de las personas porque son herramientas más fáciles de usar y más intuitivas.