Decálogo de la digitalización como palanca para la transición y descentralización energética - ITCL

Las nociones de la «Industria 4.0» y la «Economía colaborativa» afectarán especialmente y a corto plazo al sector energético. La transición energética está vinculada con un alejamiento de las fuentes de energía convencionales y con el aumento de la producción de electricidad a partir de fuentes de energía renovables (EERR). Los pequeños y grandes consumidores se están convirtiendo cada vez más en productores debido a tecnologías de energías renovables, los llamados «prosumidores«. En el avance de la transición energética con la incorporación de EERR y las consiguientes necesidades crecientes de gestión en las redes eléctricas, el equilibrio efectivo entre la oferta y la demanda de electricidad es el fundamental desafío debido a la generación distribuida e intermitente de electricidad.

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    • La digitalización desempeñará un papel clave en las soluciones para afrontar los retos de la descentralización, la flexibilidad y el uso eficiente de la energía. Así, se puede considerar la digitalización como una herramienta facilitadora o palanca para el crecimiento progresivo de las energías renovables.
    • Con la ayuda de las tecnologías TIC la oferta y la demanda energética se pueden registrar de forma continua; y con el apoyo de las tecnologías de almacenamiento de electricidad, que permiten estabilizar las redes eléctricas y las posibles pérdidas, se pueden crear las denominadas «redes inteligentes».
    • Para garantizar la comunicación en las redes eléctricas inteligentes entre los productores de energía, los sistemas de almacenamiento de energía y los consumidores, se requiere la comunicación de datos en ambas direcciones. Además de las líneas eléctricas, también se requieren conexiones de datos. Esta es la razón por la que las redes inteligentes se las puede denominar «Internet de la energía».
    • Las tecnologías TIC permiten a los prosumidores lograr una solución adaptada de distribución de la energía autogenerada en función de las evaluaciones de datos sobre oferta y demanda.
    • Adicionalmente, la digitalización puede contribuir significativamente a incrementar la eficiencia energética en el uso de la electricidad en los diferentes ámbitos de actividad económica.
    • En consecuencia, las redes inteligentes contribuyen al empoderamiento de los prosumidores ya que por un lado pueden participar ellos mismos en la producción de electricidad, y por otro lado pueden ahorrar ya que las redes inteligentes ofrecen información para utilizar la electricidad de forma más eficiente.
    • Los principales peligros de estas redes inteligentes están relacionados con el mal uso de datos, los errores del sistema y los ciberataques. Consiguientemente, se requieren altos estándares de ciberseguridad y experiencia contrastada en tecnologías digitales para garantizar la disponibilidad de energía a las entidades que utilizan estas redes.
    • Las tecnologías digitales como la inteligencia artificial, internet de las cosas, big data, blockchain, machine learning, etc. desempeñarán un papel clave en la creación de un sistema energético de bajas emisiones de carbono más sostenible.
    • Todo esto se traduce en nuevas necesidades y cambios en el mercado laboral para este sector. Los incentivos para la formación profesional y el reciclaje adaptados a la transición energética digitalizada son fundamentales.
    • Debido al avance de la digitalización y la descentralización asociada de la generación de electricidad, para las empresas de energía hay una evolución en la responsabilidad desde el área de la producción hacia la de los servicios al cliente. Estos incluyen principalmente, además de la gestión del suministro eléctrico, el manejo de nuevas tecnologías TIC y funciones de asesoramiento sobre servicios de eficiencia energética, «Smart Home», ofertas de reparación para sistemas privados de energía, etc. 

     

    En resumen, la descentralización del suministro de energía se enfrenta al reto de integrar la generación a pequeña escala en un sistema general en el que la oferta y la demanda estén equilibradas de manera eficiente. Para que esta integración tenga éxito y prosiga la descentralización, es necesaria la adquisición y evaluación rápida de datos de generación, red, almacenamiento y consumo. Las aplicaciones digitales pueden ayudar a vencer este desafío y facilitar las ventajas significativas de la descentralización energética

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