Reducir los accidentes que se producen al volante relacionados con distracciones e imprudencias es uno de los objetivos que persiguen las instituciones y organismos desde hace décadas. Pese a contar cada vez con vehículos más modernos, preparados para frenar ante una amenaza y resistir mejor los impactos, la realidad nos ofrece demasiados siniestros relacionados con despistes o descuidos al volante. Demasiados. Nada más y nada menos que el 50 por ciento de los accidentes que se producen en las carreteras españolas y europeas. En este cometido: la tecnología se presenta como la mejor aliada.
Hace apenas una semana, un fatal accidente relacionado presuntamente con una distracción costó la vida de seis personas en una importante vía de unión entre las provincias de Cádiz y Sevilla. Un camión perdió el control y se llevó por delante a varias personas que se encontraban en un dispositivo instalado en la AP-4.
Evitar este tipo de siniestros es el principal objetivo del proyecto europeo, FitDrive, que lidera ITCL con un objetivo: reducir la tasa de siniestralidad vial lo máximo posible en toda Europa. Desde Burgos, un grupo experto trabaja en el estudio de variables como la fatiga, el estrés o el consumo de alcohol y drogas durante la conducción.
En concreto, ITCL trabaja en una herramienta capaz de monitorizar y evaluar el rendimiento de la conducción, la carga cognitiva, la fatiga física, y el tiempo de reacción. Un proyecto enmarcado en el Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea que cuenta con un montante de más de 3,4 millones de euros en el que participan socios de España, Italia, Suecia, Italia, Alemania, Irlanda, Francia y Turquía.
Enfocado a conductores profesionales- entre los que pueden englobarse profesiones como camioneros, conductores de autobuses y taxistas-’FitDrive’ pone el enfoque en el principal factor en accidentes de conductores profesionales: el cansancio y la fatiga. Así, el proyecto identifica distintos roles de conductores profesionales para analizar las causas que pueden afectar a la conducción y a su día a día.
El sistema también permitirá que conductores profesionales puedan estar en contacto permanente con su vehículo, y advertir mediante una simple conversación comportamientos anómalos que puedan interferir en la conducción de su vehículo o de otros que estén cerca.
Una vez que esté completamente desarrollado, el sistema se pondrá en marcha en vehículos comerciales en toda Europa.
IA para prevenir siniestros
En este trabajo la Inteligencia Artificial resulta clave. Así, los modelos de inteligencia artificial asocian diferentes tipos de comportamiento anormal para poder detectar primeros indicios de ello y avisar a tiempo; y un sistema basado en la nube comunicará al conductor, a las patrullas policiales y a sistemas inteligentes de transporte (ITS) la información necesaria para mejorar la seguridad vial.
Las drogas y el alcohol también tienen el potencial de afectar negativamente las habilidades de conducción; el proyecto también desarrollará métodos de detección para detectar nuevos medicamentos y reducir el tiempo necesario para las pruebas.
«Somos conscientes de la gran cantidad accidentes que hay», sostiene el coordinador del proyecto FitDrive, Marteyn van Gasteren, conocedor de la sensación seguridad que ha de generar el desarrollo de esta tecnología que será de gran utilidad para los conductores profesionales, y que ya “ha pasado con el visto bueno por el Parlamento Europeo”. “Ya se nos está escuchando,y, todo apunta a que se pondrán en marcha unos estándares para determinar las condiciones aptas a la hora de trabajar al volante”.
Conductores profesionales y fatiga
Conducir un automóvil es una tarea compleja y dinámica y existe una amplia gama de condiciones que afectan temporalmente la capacidad de conducir de manera segura. Los conductores profesionales se ven particularmente afectados por la fatiga. El principal efecto de ésta es una disminución gradual de la atención de la carretera, lo que produce una disminución en el rendimiento de conducción.
«Se sabe que la fatiga en este tipo de profesionales es uno de los principales factores de accidentabilidad», explica Marteyn Van Gasteren, responsable de FitDrive en ITCL. Una realidad relacionada-especialmente en el caso de los camioneros- por jornadas en cabina de día y noche, una alimentación en tránsito y poca desconexión de su puesto de trabajo. “Están día y noche en el camión y se cree que eso afecta a su conducción porque se descansa en unas condiciones diferentes”, incide el coordinador.
Análisis y pruebas piloto
Para poder analizar el comportamiento de estos profesionales al volante, ‘FitDrive’ ha trabajado con una asociación de transportistas irlandesa con la que se han evaludado algunos de los aspectos anteriormente señalados.
En concreto, las pruebas han monitorizado y medido la actividad cerebral de cada conductor para analizar la carga de trabajo, los niveles de estrés, fatiga o descanso. Y todo, gracias al uso de sensores, relojes inteligentes y una diadema capaz de medir la actividad cerebral resultante del proyecto europeo ‘Mindtooth’.
Asimismo, se han llevado a cabo pruebas pilotos en los laboratorios de simulación de conducción en ITCL y en la Universidad Sapienza de Roma, seguido por pilotos con vehículos en circuitos y carreteras en España, Irlanda e Italia.