1. Introducción. El presente de la Inteligencia Artificial. Informe de la Casa Blanca 2019
  2. Primera toma de contacto con la IA.
  3. Tipos de IA
  4. Áreas de aplicación de la IA
  5. Un trabajo de humanos y máquinas

Un informe de la Casa Blanca sobre Inteligencia Artificial dibuja un escenario en el que las máquinas “exhiben en los próximos 20 años, una inteligencia de amplia aplicación comparable o superior a la de los humanos”. Se trata de un estudio realizado en 2016 y que ha sido actualizado ahora por expertos en IA de Estados Unidos y que concluye diciendo que “las máquinas alcanzarán y superarán el rendimiento humano en más y más tareas”.

Sin embargo, los autores del citado estudio descartan que en el horizonte del año 2040 lleguemos a convivir con modelos computacionales tan complejos como el ser humano.

Pero antes de llegar a ese momento hemos de comenzar un viaje para comprender el origen y aplicaciones de la IA.

Primera toma de contacto con la IA

La Inteligencia Artificial busca una explicación del funcionamiento mental basándose en el desarrollo de algoritmos para controlar diferentes cosas. Así, hemos de entender a la misma como un conjunto de algoritmos capaces de permitir que una máquina pueda pensar y lleva a cabo tareas y procesos que en primer orden ha desarrollado la mente humana.

Partiendo de esa base, hemos de ver a la IA como la compilación de campos que van desde la robótica y los sistemas de expertos a otros como las redes neuronales, el control de procesos y los algoritmos genéticos. Todos ellos parten de un mismo objetivo: “la creación de máquinas que puedan pensar por sí solas”. Una ciencia ficción que ya es más que una realidad.

¿Quién no ha conversado alguna vez con un ordenador o ha solicitado información de algún tipo a su smartphone? Sin saberlo, muchos de nosotros hemos tenido un contacto con ese nivel de ‘máquina pensante o inteligente’ mucho antes de lo que somos capaces de recordar.

Tipos de Inteligencia Artificial

Existen cuatro tipos de tipos de Inteligencia Artificial. La clasificación general tiene en cuenta lo que los expertos definen como una visión generalizada sobre los avances en investigación de Inteligencia Artificial (IA). Una especie de consenso que viene a decir “que las máquinas inteligentes y sensitivas están cada vez más cerca”.

1- Máquinas Reactivas:

Los sistemas más básicos de IA se enmarcan en este apartado siendo plenamente reactivos y sin capacidad alguna para forma recuerdos. Tampoco toman como referencia experiencias del pasado para dictar decisiones de la actualidad.

El mayor ejemplo de este tipo de IA es Deep Blue. Una supercomputadora creada por IBM a finales de los 90 del siglo XX. Una máquina reactiva que consiguió ganar al ajedrez, nada más y nada menos, que al maestro internacional Garry Kasparov.

Así, basó su partida en predicciones sobre los mejores movimientos y elecciones partiendo del análisis de todas las posibilidades. Una elección certera en tiempo real, pero de la que Deep Blue no generó recuerdo alguno.

2- Memoria Limitada

Como su propio nombre indica, se trata de máquinas capaces de mirar al pasado con una memoria a corto plazo capaz de detectar comportamientos o acciones y anticipar una respuesta.

Como su propio nombre indica, se trata de máquinas capaces de mirar al pasado con una memoria a corto plazo capaz de detectar comportamientos o acciones y anticipar una respuesta.

El mejor ejemplo en este tipo es el vehículo autónomo capaz de orientar la conducción en base a a la observación de la velocidad y dirección de recorridos anteriores. Los vehículos suman a su memoria limitada cuestiones como el orden de los semáforos, el estado de la carretera, las curvas o las limitaciones de velocidad, entre otros. Teoría de la mente
En este apartado se encuentran los sistemas de IA que se plantean en el presente y el futuro. Se trata de máquinas más avanzadas, capaces de tener una comprensión acerca del pensamiento y el comportamiento del ser humano.

3. Teoría de la Mente

En este apartado se encuentran los sistemas de IA que se plantean en el presente y el futuro. Se trata de máquinas más avanzadas, capaces de tener una comprensión acerca del pensamiento y el comportamiento del ser humano.

Una especie de repetición del yo humano, capaz de saber lo que buscamos en un determinado momento y hasta cómo queremos que nos traten.

4. Autoconciencia

La creación de máquinas capaces de formar representaciones sobre sí mismos es el objetivo que persigue la IA como paso final en su desarrollo. Para llegar a este punto, habrá que crear dispositivos capaces de comprender la conciencia y dotar de ésta a los mismos.

En este punto, algunos expertos difieren acerca de la necesidad de contar con máquinas que sean conscientes de sí mismas y actúen como lo hacemos los humanos. Sin embargo, muchos expertos de IA enfocan sus esfuerzos hacia la comprensión de la memoria, el aprendizaje y la capacidad de basar las decisiones en experiencias pasadas.

Áreas de aplicación de la Inteligencia Artificial

La IA comenzó a dar sus pasos a finales de los años 50 del siglo XX, y 70 años después de aquel momento, lo que para muchos fue ciencia ficción es una realidad presente en el día a día con un avance imparable.

Así, se distinguen distintas áreas de aplicación de la IA entre las que se encuentran:

  • Control y gestión de procesos: análisis de forma inteligente, determinación de objetivos.
  • Fabricación: diseño, planificación, programación, monitorización, control, gestión de proyectos, robótica simplificada y visión computarizada.
  • Cartografía: interpretación de espacios y fotografías, diseño, identificación de problemas cartográficos.
  • Profesiones: Medicina, Contabilidad, Geología, Arqueología, Qúimica.
  • Software: diseño, verificación, mantenimiento.
  • Sistemas de armamento: identificación de objetivos,procesado de imágenes.
  • Finanzas: planificación, análisis, consultoría.
  • Educación: exámenes y diagnóstico.
  • Ingeniería: diseño, control y análisis.
  • Equipamiento: diseño, diagnóstico, mantenimiento, configuración, monitorización y ventas.

En base a estas áreas de aplicación, vemos cómo la Inteligencia Artificial está presente en los distintos engranajes de la sociedad del siglo XXI. En concreto, se presenta como un aliado de avance indispensable en redes de ordenadores, procesos médicos y de salud, equipos mecánicos, circuitos electrónicos, asuntos financieros, etc.

En clave comercial, la IA se utiliza en procesos de monitorización de fabricación y gestión de procesos científicos y para coordinar las funciones vitales de una persona hospitalizada; o bien en asuntos de planificación en lo referente a análisis de créditos y préstamos, entre otros.

En el campo industrial, la IA concreta procesos de diseño con la integración de microcircuitos y/o sistemas de visión computarizada capaces de ofrecer una selección de piezas y componentes, ensamblado y control de calidad.

Un trabajo de humanos y máquinas

De cara al futuro más cercano, e incluso al lejano, la IA tiene importantes desafíos en su desarrollo para poder dotar a la sociedad del siglo XXI de las herramientas necesarias para dibujar un avance imparable.

En este camino, son muchos los expertos en la materia que ven cómo los ordenadores programados con IA ayudarán a resolver buena parte de las tareas del futuro, pese a que parece que el factor humano en este proceso se concibe como irremplazable. Hombre y máquina trabajarán codo con codo.