empresa transformacion digital

Las pymes industriales tienen ante sí una oportunidad única para abordar su transformación digital. Confluye, en este momento, la necesidad de adaptarse ante un entorno cambiante y la disponibilidad de fondos económicos, a nivel regional, nacional y europeo para financiar dicha transformación digital.

Pero, ante ello, surgen las primeras cuestiones:

  • ¿Cómo arrancar el proceso de transformación digital?
  • ¿Cómo conseguir llevarlo a cabo con éxito?
  • ¿Cómo identificar las soluciones digitales que realmente se adaptan a mi empresa?
  • ¿Cómo evitar implantaciones que se alarguen indefinidamente en el tiempo?

Desde ITCL Centro Tecnológico, en base a nuestra amplia experiencia como socios tecnológicos de pymes industriales, recogemos algunas de las claves.

 

1) Cuenta con un plan de digitalización

La transformación digital de la empresa no se consigue incorporando un determinado software que permita realizar digitalmente una tarea que hasta ahora se realizaba de manera manual. Habremos “digitalizado” un proceso de nuestra empresa, pero sin una verdadera “transformación digital”.

Debemos ir un paso más allá, y aprovechar la digitalización para realizar un cambio real en la manera de trabajar de la empresa, en la manera de tomar las decisiones, en la manera de optimizar el tiempo de las personas o en cómo organizar sus tareas.

Para ello, el punto de partida de cualquier proceso de transformación digital es contar con un plan de digitalización. Sus principales objetivos:

  • Identificar aquellos ámbitos del funcionamiento de la empresa (facturación, contabilidad, marketing, producción, mantenimiento, ventas, almacenes, recursos humanos,…) susceptibles de ser mejorados, identificando si es factible la digitalización de los mismos y las ventajas reales que, en su caso, puede generar en la empresa.
  • Priorizar entre todas las acciones de mejora identificadas, generando una hoja de ruta planificada de implantación en el medio y largo plazo.

Actualmente, hay diferentes programas, como el Kit Consulting, para las pymes de Castilla y León, que permiten contar con el apoyo de un socio tecnológico para la generación de dicho plan de digitalización.

 

2) Fija un objetivo principal para cada proyecto concreto

Una vez dispongamos de un plan de digitalización, es hora de plantear cada uno de los proyectos identificados. Para ello, el punto de partida inicial es identificar claramente los objetivos que se pretenden conseguir con el proyecto. De manera general:

  • Aumentar el conocimiento sobre ámbitos de la empresa de los que no recogemos suficientes datos o de los cuales recogemos datos no fiables.
  • Disponer de cierta información con mayor inmediatez (o en tiempo real).
  • Reducir o eliminar papel en planta, disminuyendo los tiempos dedicados a procesar la información así recogida.

Traducidos en objetivos concretos, como por ejemplo:

  • Disponer de datos fiables de los costes de fabricación de cada producto (horas máquina, horas operario, consumos).
  • Monitorizar indicadores de productividad (tipo OEE) en tiempo real, para poder tomar decisiones sobre las ineficiencias detectadas (tiempos y causas de paradas, fallos de calidad, pérdidas de rendimiento).
  • Disponer de datos en tiempo real del avance de la producción (sin esperar a introducir partes de producción a final del día o de la semana).
  • Tener un control del grado de cumplimiento del mantenimiento preventivo planificado para nuestra planta.
  • Disponer de indicadores de coste energético por unidad de producto fabricado.
  • Eliminar registros en papel en planta.
  • Conocer el stock valorado de nuestro almacén en tiempo real.

En cada caso, se deberán identificar los objetivos clave, así como aquellos objetivos secundarios que darán forma al proyecto.

3) Plantea si es posible desarrollar el proyecto por fases

Analiza, al menos, si es factible:

  • Empezar por el área de la empresa que esté más preparada para el cambio a la digitalización.
  • Arrancar por una línea o máquina piloto.
  • Iniciar el proyecto con las funcionalidades mínimas para conseguir el objetivo principal identificado, para luego ampliar el proyecto.

¿Qué ventajas podemos conseguir con ello?:

  • Reducir los tiempos de primera implantación. Y, con ello, empezar a obtener resultados de manera rápida que den valor a los esfuerzos realizados.
  • Unido a lo anterior, facilitar el cambio entre los trabajadores (proyectos que se alargan en el tiempo, o puestas en marcha interminables tienden a generar desconfianza).
  • Dar mayor flexibilidad al proyecto. Entre cada una de las fases podemos ajustar funcionalidades, eliminar aquellas que no nos aportan valor, añadir nuevos aspectos que no se habían contemplado inicialmente o validar que la operativa de trabajo cumple nuestras necesidades.

4) Prevé la posibilidad de crecer

Iniciado el camino de la transformación digital de la empresa, tenemos que asumir que éste no se finalizará con un primer proyecto de implantación de una solución concreta. 

Con el tiempo veremos necesarias nuevas funcionalidades o nuevas soluciones vinculadas con la primera. O nuestra nueva cultura basada en el dato nos exigirá ampliar la digitalización a otras áreas de la empresa.

Por todo ello es imprescindible que, en el momento de planificar la primera implantación, tengamos en cuenta su futura integración con cualquier otro sistema. Para ello, es recomendable:

  • Mantener en todo momento la propiedad de los datos recogidos. Las bases de datos en las que recogemos la información (de máquinas o de operarios) deben ser propiedad de la empresa. Aunque a fecha de hoy no podamos explotar directamente esos datos, podemos necesitar tener acceso a ellos en un futuro.
  • Prever la interconexión entre sistemas. Dejar campos preparados en nuestro ERP para integrar futuros datos de producción, preparar nuestro nuevo sistema MES para recoger más adelante consumos energéticos y generar indicadores de desempeño, etc,…
  • Garantizar la conectividad de las nuevas máquinas que adquiramos. Aunque a fecha de hoy no veamos necesario recoger datos directos de las máquinas, asegúrate que es viable una futura conexión con el PLC o controlador, con protocolos estandarizados y sin excesivos costes.

5) Valora internamente qué datos son realmente necesarios y de dónde obtenerlos

Para lograr los objetivos identificados son necesarios datos. Nadie mejor que la propia empresa para saber si los datos ya existen o de dónde obtenerlos. Además, es importante tener claro que un exceso de datos sin un uso claro suele ser contraproducente.

Para ello, analizaremos:

– Datos disponibles en las máquinas. Valores, señales o consignas que podamos recoger directamente de los equipos. Se valorarán diferentes opciones, ajustadas a cada caso y al uso que se vaya a dar a dichos datos:

    • Comunicación directa con el PLC, controlador, SCADA,…
    • Implantación de nuevos sensores.
    • Duplicar señales existentes.

– Datos a recoger de los operarios. La información que no esté disponible en las máquinas, o que sea excesivamente compleja de obtener, se puede recabar de manera directa a través de tablets, móviles o pantallas accesibles por los operarios.

– Datos disponibles en otros sistemas digitales. La información ya disponible de manera digital no debe ser duplicada (evitar 2 fuentes para el mismo dato). Por tanto, si es necesaria, deberemos comunicarnos con el correspondiente sistema (lo más habitual, información que ya esté en el ERP).

6) Involucra a toda la organización en el proyecto

La transformación digital de la empresa supone, en primer lugar, un cambio cultural. Por ello, la gestión de las personas es un factor clave a tener en cuenta para el éxito del proyecto.

Algunas recomendaciones:

  • Haz partícipe a todos los niveles de la organización en la toma de requisitos. Es clave que en esta fase se cuente con gerencia (fijando los objetivos e indicadores básicos del proyecto), mandos intermedios (estableciendo la operativa y funcionalidades requeridas) y operarios o responsables de zona (que validen la operativa, teniendo en cuenta posibles excepciones y casos puntuales).
  • Dispón de los medios humanos necesarios para llevar a cabo la implantación del proyecto. Hay que prever no sólo el coste del software implantado sino, sobre todo, los medios personales que van a participar en el proyecto, que tienen que tener una participación continua y planificada en el mismo.
  • Las nuevas herramientas deben estar orientadas a facilitar el trabajo de las personas. Reflexiona sobre cómo cada nueva herramienta puede aportar un valor a sus usuarios y ajusta cada operativa para conseguirlo (no puede ser visto como un trabajo adicional: “meter datos en la aplicación”, sino como una herramienta para “no tener que pasar el día rellenando partes”, “minimizar el número de fallos” o “tener acceso más rápido a cierta información necesaria”).

 

7) Finalmente, cuenta con un socio tecnológico que te acompañe en tu transformación digital

Desde ITCL acompañamos a las empresas en este proceso:

  • Elaborando conjuntamente con ellas el plan de digitalización, e identificando las funcionalidades y requisitos recomendados para cada proyecto.
  • Implantando la solución, si encaja en las necesidades identificadas, en aquellos ámbitos en los que ITCL tiene amplia experiencia (control de producción, gestión del mantenimiento, gestión energética, gestión de almacenes). 
  • Asesorando a las empresas durante la puesta en marcha y en la evolución futura de las soluciones adoptadas.

 

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