5 Razones por las que 2023 será el año de la transformación digital de las pymes industriales

El año 2023 se presenta como una gran oportunidad para arrancar o avanzar en el camino de la transformación digital y digitalización de las pymes industriales, disponiendo, entre otras, de las ayudas de los fondos europeos Next Generation EU, gestionados por medio del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, permitiendo a las pymes mejorar sus procesos, aumentar las productividad y generar nuevos productos y servicios que aporten valor añadido al mercado.  

Las circunstancias actuales, si bien muestran incertidumbres en muchos de sus ámbitos, muestran una clara apuesta por dos grandes ejes: la sostenibilidad y la transformación digital.

Analizamos a continuación las principales razones que permiten afirmar que 2023 será un año clave en la transformación digital de muchas pymes industriales:

1 Estrategia clave a nivel europeo

Entre 2020 y 2021, la Unión Europea ha trabajado para establecer las bases de la transformación digital de Europa durante la década 2020 – 2030, a través de 4 grandes ejes:

• Ciudadanos con capacidades digitales.
• Digitalización de los servicios públicos.
• Infraestructuras digitales seguras y sostenibles.

• Transformación digital de las empresas

Este último punto se traduce en 3 objetivos concretos:

• Asimilación de la tecnología: utilización de la nube, la IA y los macrodatos por el 75 % de las empresas de la UE.
• Innovadores: aumento de las empresas emergentes en expansión y la financiación para duplicar los unicornios en la UE (nuevas empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares).
• Usuarios tardíos: más del 90 % de las pymes alcanzan al menos un nivel básico de intensidad digital.

2 Elevada disponibilidad de fondos de apoyo a la digitalización de pymes.

Como consecuencia de todo lo anterior, se prevé para 2023 una gran disponibilidad de fondos para el apoyo a la digitalización de las pymes industriales. Convocatorias europeas, nacionales y regionales, algunas de ellas ya existentes, que recibirán nuevas asignaciones presupuestarias para apoyar a las empresas en su transformación digital.

Está situación supone una gran oportunidad para que las pymes puedan poner en marcha su plan de digitalización, si bien puede generar 2 potenciales riesgos que hay que controlar:

• Carecer de un plan previo de digitalización. Disponer de ayudas para la implantación de soluciones digitales puede llevarnos, erróneamente, a reducir la reflexión y análisis previo a cualquier proyecto de digitalización (valorar realmente qué software necesitamos, cómo nos va a ayudar en nuestros procesos actuales y qué funcionalidades básicas debemos exigir). De esta forma, podemos dedicar importantes recursos propios (sobre todo, del personal dedicado a la implantación de las soluciones), muchas veces superiores al coste del software, para soluciones de las que realmente no consigamos extraer el valor suficiente.

        Elegir la línea de ayuda no adecuada para nuestro proyecto. Como contrapartida, el gran número de convocatorias actualmente disponible, puede generar grandes dudas para las pymes que no estén habituadas a manejarse en este nuevo ecosistema de ayudas a todos los niveles (regional, nacional y europeo). Algunos de los factores a tener en cuenta:

• Cuantía máxima de la ayuda en relación al total del presupuesto.
• Porcentaje de la ayuda y variables que afectan a dicho porcentaje.
• Criterios de adjudicación (concurrencia competitiva o no competitiva)
• Compatibilidad con futuras ayudas.
• Requisitos administrativos para su solicitud o para su posterior justificación.

Para minimizar estos riegos, algunas recomendaciones para cada etapa:

• Disponer de una estrategia a medio plazo para la digitalización de nuestra empresa. 

• Elaborar un plan de digitalización que establezca las prioridades y los requisitos básicos para cada nueva implantación.
• Contar con el apoyo de un socio tecnológico que nos apoye en la elaboración de dicho plan, aportando su conocimiento y las experiencias previas de empresas equivalentes del sector.
• Acudir a líneas de ayudas para la elaboración de diagnósticos y acompañamiento en la digitalización, financiadas con apoyo de las administraciones públicas (como programa Centr@tec del ICE, Activa Industria 4.0 de la EOI, Oficinas Acelera Pyme, etc.).
• Si se considera necesario (según se valore en el plan), empezar con pruebas de concepto o implantaciones puntuales que permitan validar la estrategia a seguir.
• Que inicien el cambio cultural en nuestro personal.
• Que validen las funcionalidades y requisitos básicos que luego extenderemos al global de la empresa.
• Que se apoyen en líneas de ayudas sencillas de solicitar y de importes que permitan una primera implantación (Kit Digital, fondos europeos en cascada para pilotos de implantación, cheques tecnológicos regionales).
• Finalmente, abordar la implantación de las soluciones tecnológicas seleccionadas:
• Con el apoyo del socio tecnológico en la implantación y puesta en marcha de la aplicación (Unidad de Apoyo a la Transformación Digital, del ICE)
• Revisando, en primer lugar, posibles ayudas regionales para la Incorporación de TICs (ICE, en Castilla y León) y si dispone de convocatorias abiertas o anuales.
• Valorando, en caso de proyectos de mayor magnitud o con mayor grado de innovación, otras convocatorias a nivel regional, nacional o europeo, que amplíen los costes subvencionables (PERTEs sectoriales, convocatorias europeas, proyectos de I+D+i).

3 Cumplimiento con requisitos de distintas normas y obligaciones legales que exigen un mayor control sobre los procesos.

Cada vez son más numerosos los requisitos que se exigen a las empresas para que aporten un mayor control sobre la información de sus procesos. Estas exigencias suponen una mayor carga administrativa y, para las empresas no digitalizadas, un aumento importante en la dedicación de sus recursos de personal.

Estos requisitos suelen tener un marcado carácter sectorial o venir exigidos por el cumplimiento de normas de calidad propias. Como ejemplos:

• Registro y documentación de controles de calidad por normativas varias (IFS, BRC, ISO 9001, IATF 16949) 🡪 Digitalización de listas de chequeo
• Registro y documentación de controles energéticos (ISO 50001) 🡪 Sistemas de Gestión Energética
• Registros de acciones de mantenimiento correctivo o preventivos exigidos por distintas normas de sistema de gestión🡪 GMAO
• Requisitos administrativos 🡪 Factura electrónica
• Registros de trazabilidad de uso de plásticos reciclados.

4 Nuevas exigencias de clientes o proveedores que afectan a la cadena de valor del producto. 

Es habitual que determinados clientes o proveedores, cada vez más digitalizados, traccionen del resto de la cadena de valor, exigiendo a corto medio plazo la implantación de determinadas soluciones digitales.

Como ejemplos de estos nuevos requisitos:

• Etiquetas personalizadas, con códigos de barras o códigos QR con la información específica solicitada por el cliente (que implique información asociada a la producción).
• Trazabilidad de los productos a lo largo del proceso mediante códigos de barras o dispositivos con RFID.
• Incorporación de nuevas tecnologías a la trazabilidad de la cadena de valor del producto (blockchain).

5 Nuevas generaciones de trabajadores que exigen trabajos eficientes 

Los nuevos trabajadores que se van incorporando a puestos de gestión de las empresas están cada vez más vinculados a las nuevas tecnologías digitales. Por ello, exigen, para el correcto desempeño de sus funciones, herramientas ágiles y adecuadas a su forma de trabajo:

• Reduciendo el uso de papel en planta y, con ello, el tiempo de preparar previamente y procesar posteriormente los partes / documentos con la información recogida.
• Disponiendo de suficientes datos para la toma de decisiones. Y en tiempo real.
• Disponiendo de herramientas ágiles para su gestión diaria.

Desde ITCL Centro Tecnológico estamos a disposición de las pymes industriales para acompañarlas en su proceso de transición digital:

• Elaborando conjuntamente con ellas el plan de digitalización, e identificando las funcionalidades y requisitos recomendados para cada proyecto.

• Asesorando en la identificación de las líneas de ayuda recomendables para cada proyecto

• Acompañando a las empresas durante la puesta en marcha y en la evolución futura de las soluciones adoptadas.