Impresoras 3D hacen frente al coronavirus - ITCL

El HUBU recibe 700 pantallas impresas en 3D desde el sábado

Fuente: Correo de Burgos, 24 marzo 2020

Coronavirusmakers tiene 200 impresores burgaleses que cubren cinco localidades

En tan sólo una semana desde que se creó a nivel nacional la red ‘Coronavirus makers’ se ha organizado una estructura por todo el territorio nacional que, en Burgos, ya ha llegado a los profesionales sanitarios que están en primera linea de batalla por controlar el coronavirus. Sorprende la efectividad y capacidad de este grupo.

Desde el sábado y hasta la mañana de ayer se entregaban, gracias a la coordinación con Protección Civil a través del Ayuntamiento, 700 pantallas para proteger las mascarillas de los profesionales sanitarios del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). También se han entregado 50 a residencias de ancianos.

La red creada con mas de 200 impresores en 3D abarca diferentes puntos de la provincia con lo que también se están distribuyendo equipo en Aranda de Duero, que se reparten a través de Protección Civil. También se distribuyen en los centros de atención primaria de Briviesca, Pradoluengo, Lerma  donde se han distribuido las viseras con la colaboración de Bomberos y Guardia Civil.

Una red de diseño, construcción y distribución que se ha extendido por toda la provincia con el auxilio de más de una decena de empresas y entidades públicas bajo la coordinación de la Universidad de Burgos y el apoyo técnico de Tecnología Abadía. Junto a ellos y el ejército de 200 impresores se une la colaboración de Grupo Antolín ha proporcionado plásticos para insertar en las viseras que se imprimen. También proporciona plásticos y fabrica las propias pantallas en esta red es Maniplastic. En la impresión también colabora el Instituto Tecnológico e Castilla y León.

Otras industrias van mas allá. En concreto Molteplas  trabaja en realizar viseras con un molde de inyección. 
Se materializa de esta manera la red de colaboración de la comunidad maker que arrancó un día antes de decretarse el aislamiento de la población. En muy poco tiempo se empezó a organizar un grupo de diseñadores para definir los diseños a ejecutar y otro de profesionales sanitarios para determinar la utilidad de diseños y los materiales idóneos para su uso. «En cuanto hay un visto bueno del grupo sanitario es cuando se moviliza la red de impresores en 3D», señala el coordinador técnico, Juan Abadía.

Con esta amplia red buscan multiplicar el ritmo de producción. Cada unidad se imprime en media hora y un precio de 0,40 céntimos. Pero lo más importante es la distribución de proximidad que se ha definido con esa red tan amplia de impresoras dispuesta. «La proximidad a los centros hospitalarios o sanitarios que puedan necesitar estos equipos hacen que la entrega pueda ser casi inmediata y poder utilizarse mientras llega el equipamiento encargado para este fin», explica.

Un trabajo en red que también ayuda a testear propuestas y diseños. Por ejemplo de la estructura sobre la que se monta la pantalla de protección se llegaron a imprimir hasta ocho modelos diferentes que se fueron probando entre diferentes sanitarios hasta encontrar el idóneo.

En la misma línea se esta trabajando en unos apliques para el pomo de la puerta de los hospitales que permita abrir con el codo eliminando como foco de infección y limpieza los pomos. Se probaron ya los primeros en las puertas del hospital pero «estamos haciendo algunos cambios para que se adapten a las manillas mas críticas», explica Abadía. Una propuesta que volverán a probar en el HUBU con un nuevo modelo hoy mismo.