Burgos, 7 junio 2023. Burgos acogió hoy la primera reunión del proyecto europeo Imermaid, en el que participa ITCL Centro Tecnológico, y que busca incorporar soluciones tecnológicas avanzadas que contribuyan a mejorar la situación medioambiental del Mediterráneo. Un importante proyecto impulsado desde el programa Horizon Europe de la Unión Europea con una duración de 36 meses y cerca de 9 millones de euros que nace para abordar la problemática de la contaminación química en el Mediterráneo a partir de soluciones rentables y sostenibles.

En concreto, iMERMAID tiene como objetivo desarrollar y aplicar soluciones tecnológicas para el monitoreo y la gestión sostenible de los ecosistemas marinos. Así, se enfoca en varios aspectos: la monitorización de la calidad del agua, la detección y seguimiento de la biodiversidad marina y la comprensión de los impactos del cambio climático en los ecosistemas marinos. 

El director de i+D de ITCL Javier Sedano explicó en declaraciones a los medios cómo se trabajarán con distintas tecnologías como “el plasma, eliminaciones químicas, no químicas y membranas para que el agua que salga de nuestros mares sea la más limpia posible y ver cómo desde el interior podemos eliminar distintos contaminantes”. 

“Desde ITCL vamos a incorporar habilidades, tecnologías y recursos, además de talento, para conseguir que el agua que llega a los mares salga lo más filtrada posible. Lo haremos en los próximos tres años”, aseveró Sedano.

Para todo ello, resulta imprescindible el diseño de plataformas autónomas sensorizadas que puedan recopilar continuamente datos oceanográficos y ambientales, y, aquí, tendrá un papel protagonista ITCL. El centro tecnológico con sede en Burgos trabajará en la recopilación de datos es una etapa crucial para, posteriormente, poder diseñar modelos predictivos que ayuden a la toma de decisiones adecuadas en la gestión sostenible de los recursos marinos. Algunos de los parámetros oceanográficos que se pueden monitorizar son la temperatura del agua, la salinidad, el nivel de oxígeno disuelto o la turbidez.

Piloto en Huesca

En el caso español, será un pueblo de Huesca el que acoja y desarrolle el proyecto piloto del proyecto europeo. Así lo argumentó David González, responsable de la Unidad Energética y Sostenibilidad de ITCL, quien explicó cómo de la mano de la empresa vallisoletana Socamex se trabajará en la Cuenca del Ebro para realizar una detección precoz de contaminantes (microplásticos, pesticidas, mercurio) y establecer acciones para aminorar los efectos de estas sustancias en el agua. El piloto de España se unirá a otros cuatro pilotos.

Por su parte, Rodrigo Sedano estimó cómo el proyecto cuenta con un montante cercano a los 9 millones de euros, de los cuales el 70 por ciento se encuentra dentro del paraguas de los Fondos Europeos. 

Una solución para los efectos del cambio climático en la cuenca del Mediterráneo

La importancia de iMERMAID radica en la delicada situación que experimenta la cuenca del Mediterráneo debido a la alta contaminación ambiental. A causa de sus costas altamente pobladas y una limitada circulación de agua con los océanos abiertos, el Mediterráneo está experimentando una acumulación excesiva de contaminantes químicos, mayormente originados por compañías productoras de productos químicos. iMERMAID tiene como objetivo establecer una infraestructura de recursos y soluciones para facilitar la reproducción de demostradores de bajo costo y alto rendimiento energético en el Mediterráneo, con el propósito de mejorar su situación ambiental.

Los objetivos específicos que se plantean pasan por reducir la contaminación influenciada por la opinión pública y la legislación vigente. Asimismo, se busca el desarrollo de tecnologías innovadoras y reproducibles para monitorizar parámetros de contaminación a partir de sustancias químicas.

De forma paralela, en los tres años de duración del proyecto se trabajará para  poner en marcha tecnologías innovadoras y reproducibles para remediar el agua contaminada, además de integrar técnicas para llevar a cabo actividades de demostración en varias áreas situadas en diferentes localizaciones del Mediterráneo (como Túnez, Chipre, Grecia o España), que incluyan a todas las partes interesadas en adoptar los resultados del proyecto para promover un desarrollo sostenible.