El ITCL desarrolla el programa ‘Drivesim’, un ‘software’ de simulación que ha resuelto varias carencias existentes en el mercado
Aprender a conducir y hacerlo frente al volante en la carretera ya no es estrictamente necesario.
Intentarlo frente a la pantalla de un simulador es una realidad cada vez más habitual. Desde hace años en pleno auge de la innovación y la evolución de los programas informáticos y las mejoras en el diseño gráfico han proliferaron las máquinas de realidad virtual orientadas a la conducción de vehículos. Los primeros modelos resolvieron una demanda creciente, pero en la actualidad es necesario ofrecer una imagen con mayor calidad y un control más riguroso de los parámetros que rodean al ejercicio de la conducción. Esas exigencias son las que han dado respuesta desde el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) en Burgos con la creación de un software ‘Drivesim’ que han desarrollado junto a la empresa Arisoft.
Este programa dio sus primeros pasos hace más de cuatro años. «Comenzamos a desarrollar este tipo de programas gracias al proyecto Innoempresa de la Agencia de Inversiones y Servicios de Castilla y León en 2010», afirma el responsable del área de realidad virtual y realidad aumentada del ITCL, Carlos Alberto Catalina. Desde aquel momento y hasta la actualidad no han cesado las investigaciones para mejorar este tipo de máquinas. «Los primeros simuladores contaban con un hardware simple, pedales y volantes y una pantalla», apunta,pero a raíz de la demanda existente en un mercado donde las normas y la docencia en educación vial son más rigurosas fue necesario resolver las carencias de aquellas máquinas. «Pretendíamos dar respuesta a nuevas cuestiones que demandaba el mercado», manifiesta Catalina.
El ‘Drivesim’ resuelve varios aspectos que estaban anclados. Por un lado, «hemos creado una imagen con una calidad visual mayor a las de los simuladores anteriores», apunta el responsable de este proyecto. Para ellos han creado un modelo con tres pantallas de alta definición para ofrecer un realismo mayor «con el que tienes una perspectiva como la de un coche real», añade. Por otro lado, esta nueva máquina cuenta con una evolución en cuanto a las normas y la formación de los conductores a través de una formación inicial en pista, la práctica de adelantamientos, realizar recorridos en vías urbanas o vías de servicio, rotondas e incluso una conducción eficiente bajo todos los códigos de circulación.