A corazón abierto

Fuente: Diario de Burgos
"El ITCL felicita a Diario de Burgos por su aniversario y buen hacer al difundir los logros de la investigacion cientifica, haciendo accesible a la sociedad lo que transciende de los resultados de nuestro trabajo"

 

Diario de Burgos celebra hoy su 125 aniversario con un suplemento especial de 340 páginas y una gala en la que se entregarán los Martinillos de Oro

A diario, abren nuestras páginas. Hoy es el corazón el que dicta estas líneas y riega de emociones  y recuerdos aquellas letras que se imprimieron por primera vez hace 125 años: «Venimos al estadio de la prensa sin ilusiones ni recelos, pero convencidos de que si el público corresponde a nuestros esfuerzos, llenaremos un vacío tanto más sensible como mayor es la importancia de esta población».

Y es con el público con quien queremos celebrar nuestro aniversario. A ellos les dedicamos los esfuerzos que ha supuesto elaborar el suplemento especial de 340 páginas que hoy encontrarán gratis con el periódico en sus quioscos, también en los digitales.

No intenten abarcarlo todo de un vez, pues está confeccionado sin la urgencia del día a día, con mimo para que puedan degustarlo poco a poco, reflexionar con los 50 artículos de opinión de los columnistas habituales -presentes y pasados- de Diario de Burgos y otros excepcionales, como el presidente de la Junta de Castilla y León, JuanVicente Herrera, o analizar  visual y textualmente los cambios que ha experimentado la ciudad en más de un siglo.

Tan a corazón abierto escribimos que hasta nos hemos colocado al otro lado de la cámara, fotógrafos incluidos, a regañadientes, cierto, para tratar de acercarles la redacción a su casa, además de contar la evolución tecnológica del periódico y de su taller de impresión en estos 125 años y avanzarles algunas de las muchas novedades que seguro vendrán de la mano de las nuevas tecnologías.
«Yo sigo pensando que al papel le queda larga vida», afirmó ayer el editor de Diario de Burgos, Antonio Méndez Pozo, en la comida de celebración del aniversario, donde también a corazón abierto confesó que decidió comprar el periódico, hace ya 28 años, después de ver «una película de vaqueros» y reflexionar con un paseo de 2 horas por la Quinta. «Me levanté como lector y me acosté como propietario. Tenía la misma edad de mi hijo mayor», resaltó. También habló del mérito de su mujer, Esperanza, para lograr que tanto Miguel como Gregorio, su otro vástago varón, «puedan continuar nuestros negocios», y de lo «orgulloso» que se siente cada día, al entrar a la sede de Promecal, diseñada por su hija Blanca.

En un momento en el que tanto se habla de dar «pasos atrás o al lado», el editor dejó entrever que está gestionando el relevo del grupo Promecal con su hijo Gregorio, al que definió «como un terrible trabajador». A la plantilla le pidió «la misma lealtad» que él ha recibido y recordó en especial a sus primeros grandes apoyos, los entonces director y gerente, Vicente Ruiz de Mencía y Javier Gutiérrez, respectivamente.