Fuente: Diario de Burgos
Este proyecto de innovación energética está a punto de concluir una etapa que empezó en 2005. Sus objetivos: producir y almacenar energía en forma de hidrógeno y generar frío solar.
En 2005 se habló por primera vez del proyecto Hydrosolar. Fue entonces cuando se conoció que la Asociación Plan Estratégico había logrado fondos de la UE, a través del programa LIFE de fomento de iniciativas medioambientales, para financiar un proyecto de innovación energética. Dicha iniciativa, bautizada como Hydro-solar 21, se basaba en demostrar «que las células solares pueden almacenarse con eficacia como hidrógeno para utilizarlas más tarde en motores de células de combustible y para el alumbrado y la refrigeración».
Desde aquel momento, este proyecto coordinado por el Plan Estratégico y en el que han participado la UBU, el Ayuntamiento, los institutos Tecnológico y de la Construcción de Castilla y León (ITCL e ICCL), el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) y la Agencia Provincial de la Energía iniciaron un trabajo que ha resultado «muy duro» y ha requerido «sortear muchas dificultades», como recuerda el director del departamento de Física de la UBU, Luis Rodríguez Cano. «La parte que tenía encomendada la Universidad, que era la puesta a punta de los dos prototipos: una central de frío y la central de producción de hidrógeno, dentro del ámbito de la futura economía del hidrógeno, se consiguió que estuvieran operativos y siguen funcionando», añade desde las instalaciones, ubicadas junto al CEEI de Villafría.
3 MILLONES DE EUROS
En total, la inversión acometida para materializar este proyecto ha ascendido a tres millones de euros, cofinanciados por el fondo europeo LIFE-Medio Ambiente de 2004 y las instituciones de Burgos. Los prototipos costaron unos 800.000 euros, financiación a la que contribuyeron la UBU y el Ente Regional de la Energía. «Hydro-Solar se acabó y actualmente seguimos trabajando con un proyecto del Grupo Antolín, gracias al cual mantenemos la instalación», añade Rodríguez Cano.
Sin embargo, esta nueva etapa también está a punto de finalizar y con el fin de garantizar su gestión de cara al futuro, van a solicitar nuevos fondos que permitan su continuidad y conseguir que «ésta sea una instalación de referencia para la industria, la Universidad y para la producción y generación de hidrógeno como componentes electrónicas, electrolizadores, aerogeneradores, sistemas fotovoltaicos, etc». Y es que Rodríguez Cano defiende que el hidrógeno va a ser el combustible del futuro «porque la gasolina se acaba».
Respecto a la posibilidad de conseguir nuevas ayudas europeas, el director del departamento de Física de la UBU es optimista, «puesto que ofrecemos una instalación ya hecha. Además, no hay que olvidar que somos una central pionera y única en España». El mantenimiento de estas instalaciones se estima al año en unos 30.000 euros y de su gestión se encarga el Departamento de Física de la UBU. Las instalaciones están atendidas in situ por Rodrigo Mendoza, que realizó estudios de Formación Profesional en Electricidad de Potencia. Ahora falta por conocer si Hydrosolar tendrá continuidad en el futuro.