Expansión. 10 DE ABRIL DE 2021.
ITCL Centro Tecnológico trabaja en una novedosa tecnología que mide por primera vez, desde el punto de vista sensorial, los tiempos de respuesta y acciones que pueden alterarse por cansancio, estrés o consumo de determinadas sustancias y que provocan accidentes de tráfico diarios en todo el mundo. Un proyecto financiado por la UE que cuenta con más de 8 millones de euros y en el que participan empresas como IBM y centros de investigación americanos e italianos, entre otros. Su objetivo, evitar la siniestralidad.
Un total de 1.755 personas fallecieron en las carreteras y calles españolas a consecuencia de un accidente de tráfico, según los últimos datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) pertenecientes al 2019. ¿Qué comportamiento y circunstancias rodean a la conducción para dar lugar a estas alarmantes cifras? ¿Por qué un determinado conductor realizó ese giro? ¿No se dio cuenta de lo cansado que estaba antes de ponerse al volante? Dudas que asaltan siempre a posteriori y que, gracias a la tecnología, podríamos adelantar y, así, evitar el desastre.
Precisamente eso es en lo que está trabajando el ITCL Centro Tecnológico con su proyecto internacional SimuSafe (www.simusafe,es) financiado por la Comisión Europea. Un proyecto H2020 que cuenta con montante superior a los 8 millones de euros y en el que participan otras entidades internacionales como las empresas IBM, desde Israel, y las universidades de Oporto y Coventry, entre otros.
Un sistema de simulación multiagente que permite medir el comportamiento del conductor e, incluso, predecirlo en determinados casos en base a estudios biométricos (pulso, vista, sudoración…) que analizan los niveles de estrés y el cansancio, ya sea en el coche, moto, bicicleta y también teniendo en cuenta a los propios peatones.
Medir tiempos de respuesta y emociones
“Ahora estamos en los últimos pilotos en cinco países. Vamos a usar simuladores para medir el efecto de condiciones como la influencia de la emoción del conductor en un determinado momento, si ha tomado medicamentos, alcohol… Queremos saber la verdadera influencia de factores como éstos más allá de que no se pueda conducir bajo sus efectos. El por qué”, nos adelanta Marteyn Van Gasteren, responsable de SimuSafe en ITCL.
Así, en España se están estudiando los efectos sobre la conducción de los niveles de cannabis, en Suecia el alcohol y el estrés, la tristeza y las distracciones en Francia, los fármacos antidepresivos en Italia y en Reino Unido, lo que afectan al estrés los ruidos y la conducción a la derecha. “Medir desde el punto de vista sensorial los tiempos de respuesta, acciones que quedan perturbadas por este tipo de agentes es algo muy novedoso. Se trata del segundo proyecto que lideramos con un consorcio de más de 15 empresas europeas y centros de investigación e incluso de Estados Unidos e Israel”, explica José María Vela, director gerente de ITCL.
Asimismo, calcula que “todavía en fase de validación, en dos años llegará al mercado y el interés por parte de la Comisión Europea es claro, ya que apuesta por esta tecnología como un gran avance”.
Y es que este proyecto en el que llevan trabajando desde Burgos durante tres años junto a una quincena de organizaciones de once países, podrá ayudar a autoescuelas, a empresas de transporte en la formación del personal y a organismos en general que velan por la seguridad vial. Y esto solo es el comienzo. Evitar la accidentalidad es la clave.
A nivel I+D concretamente, ha supuesto un reto en el sentido de que han interactuado muchos socios. “Esto implica nuevas líneas de investigación que hemos identificado con todos los colaboradores: nuevos retos y nuevas tecnologías sensoriales, entre otras; se trata de una nueva línea de investigación clara, no solo por la simulación sino por la parte de variables propias que afectan a la conducción. Esta es la parte que más desarrollo va a tener”, explica José María Vela. Al fin y al cabo, y añade, “buscamos convertir a los vehículos en espacios de salud y de seguridad”.
Realidad y Simulación
Más concretamente, SimuSafe ha trabajado en dos estudios previos: el de la conducción real con conductores en vías de Burgos y Roma y la misma en un simulador. Es en este último caso cuando, fuera de la vía pública, se permiten usar más sensores para obtener todavía más datos, lo que resulta fundamental para las conclusiones. “En Polonia lo llevamos a cabo en una pista de un antiguo aeropuerto. Al no ser vía pública, teníamos más sensores que permitían medir más cosas variables: la actividad de la inteligencia, las reacciones…”, que no se ven tan claramente en una calle real, explica Marteyn Van Gasteren.
Así, se han podido estudiar patrones clave en la conducción como la agresividad y el estado de ánimo, fundamentales a la hora de producirse o no un accidente de tráfico. Entre todos estos, destaca, “la prisa es uno de los más importantes. Hemos detectado una serie de factores que tienen que ver con esto: el pulso, cómo pisa el acelerador el conductor…”
Oportunidades de mercado
En cuanto a las oportunidades de mercado, “uno de los modelos de simulación irá para autoescuelas o centros de formación, mientras que otro llevará al desarrollo de futuros nuevos simuladores, como por ejemplo en el tema de la moto, donde no existen simuladores ahora mismo. Así como nos va a permitir seguir trabajando en el desarrollo de modelos procedurales de ciudades: va a permitir incorporar motores de inteligencia artificial y simuladores de tercera generación, lo que hará que sean totalmente realistas. Y aunque parece algo a largo plazo, está más cerca de lo que imaginamos”, aclara el director de I+D de ITCL, Javier Sedano.
ITCL (www.itcl.es) es un centro tecnológico creado hace 32 años, con sede central en Burgos, y con amplia presencia nacional. Más de 70 investigadores desarrollan proyectos muy vinculados a las necesidades de las empresas en sectores tan diversos como industria, salud o defensa. Sus grupos de investigación acumulan una gran experiencia en líneas de investigación en diseño electrónico, sistemas embebidos, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, modelado energético y aplicaciones en industria 4.0.