Si algo nos está enseñando la pandemia de Covid19 que ya se ha cobrado más de 13.000 vidas en España y cerca de 70.000 en todo el mundo, es que la tecnología y la salud han de ser aliados indispensables en la era que nos toca vivir. La para algunos lejana telemedicina ha de implantarse en centros asistenciales y hogares españoles en aras a mantener un control y una calidad de vida de las personas de edad avanzada que viven en residencias o en sus propias casas.
Hace apenas unos meses, ITCL presentaba el prototipo de un nuevo modelo asistencial para el medio rural que combina la prestación de servicios de proximidad y tecnológicos para mejorar la calidad de vida de las personas mayores que viven en los pueblos y ciudades de Castilla y León: Wellsa. Un modelo que ahora se ve más necesario que nunca al permitir un control del estado de salud de personas de edad avanzada sin que éstas salgan de sus casas.
App de control en casa
“Dispositivos como Wellsa, que únicamente son app descargables tanto para usuarios como para gestores de residencias, pueden permitir la monitorización completa de la población o de los grupos de riesgo que se determine”, apostilla Javier Sedano, director de I+D de ITCL Centro Tecnológico.
Así, Sedano entiende que si este dispositivo se hubiera extendido antes en hogares y centros de asistencia a mayores, “ahora se podrían tomar decisiones en tiempo real sobre las patologías que las personas de edad avanzada puedan tener asociados a procesos víricos como el Covid19”.
“Hablamos de una misma plataforma capaz de gestionar y alertar cientos de miles de usuarios y con un grupo de supervisores que pueden valorar y tomar decisiones de qué hacer y cómo actuar con cada uno de los usuarios”, apostilla el experto.
Proximidad y tecnología
Se trata de una combinación de apoyos personales y tecnología, para que la persona usuaria, y su familia, tengan la tranquilidad y la seguridad de que va a estar perfectamente atendida a lo largo de todo su itinerario vital. Algo que tras la pandemia se ve más necesario que nunca, en un momento en el que muchos mayores intentan luchar contra el Coronavirus desde sus casas sin poder valorar sus constantes al no poder acudir a su centro de salud más cercano.
En concreto, el modelo optimiza el tiempo de los profesionales sanitarios mediante la medida diaria de las constantes esenciales en el domicilio del usuario sin la presencia física del profesional sanitario. Esta información recibida en tiempo real por el médico le permite analizar con determinadas reglas basadas en IA el estado médico y las recomendaciones de salud.
De este modo, se promueve un sistema de telesalud en el hogar que ayuda a los cuidadores no profesionales en su tarea de atender a las personas mayores y dependientes con la supervisión de facultativos.
Una tablet y 3G
Una tablet con un programa de sencillo manejo a través de WIFI o tecnología 3G envía a un servidor-plataforma las medidas tomadas. El médico, posteriormente, puede desde su consulta y a través de una aplicación web, visualizar y controlar el estado de cada persona así como detectar de forma rápida las alteraciones en la evolución de sus patologías mediante un sistema de alarmas y patrones ajustados personalizados.
La aplicación es capaz de detectar en tiempo real si las medidas de las variables, las tendencias, se encuentran fuera de los umbrales fijados emitiendo en ese momento una señal de alarma al facultativo.
A través de la tablet, cada persona recibe las indicaciones siguientes, medidas a realizar y el tratamiento a llevar, si es necesario.
Novedoso proyecto
Los responsables del nuevo modelo coinciden en señalar que se trata de un novedoso proyecto capaz de conseguir “una mejor atención de nuestros mayores en sus casas, fijar población y garantizar la calidad de vida de las personas”.
Un modelo que puede ser de gran ayuda cuando nuestros mayores no pueden salir de sus casas, ni los sanitarios acudir a los domicilios de éstos.