Fuente: La Vanguardia, 14 julio 2019

Las máquinas evolucionarán para ser más humanas hasta alcanzar lo que se denominará «segunda revolución de la inteligencia artificial», cuyas bases se están sentando ahora y serán evidentes en una década, ha asegurado este domingo Javier Sedano, experto en inteligencia artificial.

Nos encontramos en vísperas de la segunda revolución de la Inteligencia Artificial, en la que «ya no se busca solo un sistema de memoria y razonamiento artificial, sino que las máquinas piensen y utilicen los sentidos», ha argumentado en una entrevista con la Agencia Efe.

«Se trata de diseñar algoritmos nuevos para hacer cosas que no ha hecho nadie aún, con nuevas estrategias y nuevos dispositivos», ha explicado Sedano, miembro del jurado del programa europeo Chist-era, que selecciona los mejores proyectos de Europa, parte de América y Canadá, y que servirán de base al futuro tecnológico.

Él mismo lleva quince años intentando imitar el sistema neuronal humano para mejorar la capacidad de decisión de las máquinas y ha estudiado el sistema humano con ayuda de un neurólogo.

«Entonces parecía una locura y muchos miraban a los investigadores que trabajábamos en Inteligencia Artificial con una sonrisa, pero lo que entonces parecían sueños hoy son realidades que están a punto de superarse», ha afirmado.

Solo una veintena de proyectos han sido seleccionados para la edición de este año del programa Chist-Era, que se creó con apoyo de fondos del Programa Europeo 2020 para identificar los trabajos de investigaciones que puedan ser la base que marque la tecnología del futuro.

Javier Sedano ha insistido en que los investigadores estudian el cerebro humano y el sistema neurológico para diseñar «sistemas neuromórficos más eficientes y eficaces, con menos consumo y mayor rapidez», más parecidos al sistema neuronal humano.

El objetivo es el de «dar el salto entre las máquinas que deciden y las de la generación futura, que van a pensar por un proceso más eficiente, más parecido al humano, con más autosuficiencia».

Javier Sedano, Investigador Principal de Electrónica Aplicada e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Castilla y León, con sede en Burgos, cree que en diez años habrá pieles sintéticas inteligentes y capaces de sentir y diferenciar las sensaciones.

El siguiente paso será que las máquinas no tengan que hacer todo el recorrido desde que alguien las toca hasta que envían esos datos a un cerebro con una gran capacidad de almacenamiento, la mayoría de las veces en la nube, para que les diga qué es lo que ha ocurrido y cómo debe reaccionar.

«El objetivo es que no tengan que pensar y que no requieran mover cantidades enormes de información y datos para decidir, y que en su lugar sigan un proceso parecido al de los sentidos de los seres humanos, de manera que incluso se puedan autodiagnosticar y responder a problemas de manera autónoma», ha precisado