Plug&CHarge: Un proyecto en el que participan varias empresas junto al ITCL pretende mejorar todos los procesos que intervienen en la cadena, como la recarga, los canales de comunicación y la contratación de servicios
FUENTE: El Mundo – Innovadores, 28 marzo 2017
El proyecto Plug&Charge pretende elaborar una solución integral para mejorar los procesos actuales relacionados con vehículos eléctricos, no solo los referentes a la recarga sino también todo aquello que tiene que ver con los canales de comunicación entre los agentes implicados y la contratación de servicios.
Se planteó dentro de las convocatorias de Feder Innterconecta 2015, un instrumento de carácter regional desarrollado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que promueve la innovación de las empresas españolas apoyando proyectos de I+D. En él participan varias empresas, Ayesa, el grupo Etra y Movelco, a las que se ha unido el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) formando así un consorcio empresarial en el que cada uno aporta la mejora en su campo.
Ayesa, una empresa de ingeniería y consultoría tecnológica con más de 50 años de trayectoria, fue la que tomo las riendas de esta iniciativa, actuando como coordinadora general con el resto de socios. Considera de gran importancia los proyectos de I+D, siendo Plug&Charge el cuarto que desarrollan dentro de la categoría de movilidad. En su caso ve la necesidad de que exista una interoperabilidad entre los distintos agentes de recarga de vehículo eléctrico, ofreciendo al usuario la posibilidad de recargar en cualquier punto sin necesidad de tener un acuerdo previo con ese gestor. «Que el usuario pueda hacerlo así aunque no haya firmado un contrato comercial con el operador de esa infraestructura de recarga», afirma Álvaro Cuñado, director de Smart Mobility de Ayesa. Así, están llevando a cabo la definición de modelos de negocio y el desarrollo de software, tanto del gestor de la recarga como del gestor de flotas. Esto va a permitir la comunicación entre el punto de carga y el sistema que hace toda la gestión de esa infraestructura y entre el vehículo y el sistema que hace la gestión de las flotas. Asimismo están elaborando el software asociado a las tablets del vehículo, aplicaciones móviles y tecnología smartwatch.
Según Manuel Cardona, compañero de Cuñado y participante también en el proyecto, Ayesa entiende desde hace años que es un avance en el que se tienen que enfocar los mercados y la sociedad y por eso todavía se puede mejorar la situación actual. «Estos son distintos aspectos que se van detectando a lo largo de la evolución de una Smart City y de la movilidad eléctrica. Ayesa con este proyecto quiere anticiparse a las nuevas necesidades y retos que llegarán dentro de pocos años».
Por su parte, el grupo Etra, que aglutina a 16 empresas pertenecientes a ACS industrial, y especializada en sistemas de gestión de tráfico de las ciudades, se encarga del desarrollo de una tecnología que optimice la gestión de carga de los vehículos. Carlos Carmona, director de desarrollo sostenible y de GIC, una de las empresas integrantes del grupo, indica que ellos ya tienen experiencia en este campo. Prueba de ello es el sistema que utilizan en los puntos de recarga de varias ciudades españolas, como Madrid y Barcelona, considerado un referente. «Somos muy activos en el desarrollo de la movilidad sostenible en España, tanto en la gestión de recarga pública como en flotas de empresas eléctricas, y tenemos acuerdos con los principales fabricantes de vehículos eléctricos».
La empresa Movelco, integrante del grupo Recalvi, uno de los mayoristas más importantes de accesorios y recambios para el automóvil de España, actúa como Pyme dentro del consorcio y su aportación al proyecto se centra en el vehículo en sí, realizando una serie de estudios y reformas a nivel de software y hardware para dotarlo de las comunicaciones y elementos necesarios. «Nuestro papel se refiere al desarrollo de toda esa tecnología unida al lado demostrativo del vehículo como implementador de las soluciones dentro del proyecto», recalca Pablo Barreiro, responsable del proyecto.
Por último el ITCL se encarga de recoger los datos que proporciona el vehículo para después enviarlos a su gestor de flota o a los que se consideren oportunos, informando de los parámetros que necesitan. «Saber si el coche ha de cargarse, dónde se encuentra e incluso darle operatividad al sistema para que los vehículos se conecten a los suyos sin ningún problema, es decir, que la información pase desde la centralita del propio vehículo a su sistema de gestión», apunta Silvia González, responsable del proyecto en ITCL. Con esto el usuario conseguiría, por ejemplo, saber en todo momento dónde está su coche, porque él mismo envía su localización.
Además existe un gestor de roaming que posibilita la conexión del vehículo con el punto de carga, a su vez conectado con otros proveedores que le darían permiso al usuario para recargar. «El cliente no tiene así que llevar a cabo esta función solo en los puntos a los que le han dado permiso, sino que puede hacerlo en más de uno de diferentes compañías», subraya González.
Como asegura Blanca Moral, encargada de proyectos nacionales del ITCL, el fomento del vehículo eléctrico en España va más despacio de lo que en un principio se esperaba, pero en el momento en que haya una demanda importante tiene que estar todo preparado, tanto en infraestructura como en protocolos de carga y comunicación. «Con este proyecto se quiere ir un paso por delante a esas necesidades que se están viendo en el mercado».
En este sentido incide en que, aunque hay bastantes iniciativas relacionadas, Plug&Charge analiza todas las interacciones de la cadena, planteando una solución completa e integral. «Es evidente que es necesario seguir adelante con estos planes de desarrollo del vehículo eléctrico, mejoras tanto ambientales como socio económicas para el futuro».