Investigadores del ITCL, la UBU y Anfaco colaboran con la empresa Dominion para crear unos biosensores que permitan anticiparse a la llegada de la marea roja y evitar la contaminación de las bateas de mejillón en las rías gallegas
Fuente: El Mundo – INnovadores
Cuando el bloom de las algas en las rías gallegas otorga el color rojizo al mar,poco pueden hacer los gestores de las bateas del mejillón para evitar que se contamine. Es uno de los grandes retos de los productores de moluscos, anticiparse a la marea roja. Y se han puesto manos a la obra para lograrlo. El grupo de investigación en Electrónica Aplicada e Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), la empresa vasca Dominion, la Universidad de Burgos y el Centro Tecnológico Gallego de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco) colaboran en un proyecto de investigación que persigue predecir la llegada de la marea roja, en concreto aquella que segrega el ácido ocadaico y que, de contaminar las bateas, podría generar intoxicaciones y diarrea a quien consume esos mejillones, por lo que se prohibe su venta.
El proyecto ha logrado financiación precompetitiva dentro de la convocatoria Retos del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Los trabajos acaban de arrancar y el objetivo es «desarrollar un sistema que permita conocer el estado de las aguas marinas en relación al ácido ocadaico que es el que se produce previamente a la contaminación de los mejillones en la llamada marea roja», señala el coordinador del grupo de trabajo del ITCL, Javier Sedano.
La función del grupo tecnológico consiste en desarrollar un biosensor que se colocará posteriormente en las bateas. Este dispositivo electrónico «determinará la cantidad de contaminante que está presente en el ambiente de forma temprana para que cuando los mejillones sean retirados a las lonjas no estén contaminados», señala Sedano.
Estos dispositivos electrónicos estarán conectados de forma inalámbrica a una plataforma de información que desarrolla la empresa Dominion. En esta nube de datos se ofrecerán datos con determinada frecuencia de trazabilidad del producto, niveles de presencia de los ácidos contaminantes que permitan la gestión correcta de las bateas. Anfaco aporta al proyecto el conocimiento sobre las enzimas dañinas, sus concentraciones, cómo afectan al producto o proporciona muestras. La función de investigadores de la UBU, capitaneados por la doctora Julia Arcos, es el de filtrar el agua para «evitar ruidos en el proceso de lectura», señala Sedano. De esta manera se determinan los umbrales de presencia contaminante y la puesta a punto de la enzima.
La investigación se encuentra en su fase inicial de análisis de requisitos y de muestras de agua para la primera toma inicial de datos. Tiene una duración de tres años y un volumen económico de financiación de un millón de euros.
Se enmarca dentro de la línea de trabajo del grupo de Electrónica Aplicada del ITCL que desarrolla diferentes proyectos dentro de la tecnología de las cosas. Son científicos de datos que trabajan en dos líneas. La primera es desarrollar aplicaciones de electrónica que se puedan utilizar en bienes de consumo, dispositivos de medida, dispositivos de control o cualquier elemento que en principio pudiera disponer de un microprocesador o de una unidad de control para gestionar algo. Por otro lado, la parte de inteligencia artificial lo que trata es de desarrollar algoritmos que permitan predecir situaciones, ayudar a la toma de decisiones, optimizar procesos industriales o una ruta de un movimiento…
La marea roja es uno de los fenómenos que, en algunos ámbitos, relacionan con el cambio climático que hace que los parámetros de temperatura, salinidad y nutrientes de las aguas en las rías donde se instalan las bateas del mejillón cumplan la condición idónea para el desarrollo de las toxinas que generan la marea roja y echan a perder la recolección de mejillones. Este mismo año ha sido duro con ciertos desabastecimientos en las lonjas ya que los bateadores han tenido que hacer frente a sucesivas mareas rojas en diferentes épocas del año que en julio generaron cierto desabastecimiento de mejillón fresco. Los recolectores afirman que 2013 y 2014 también fueron años malos. De ahí que desarrollar cualquier sistema de predicción sea clave para esta economía de los moluscos ya que las mareas rojas afectan al mejillón pero también a la almeja, la ostra o la vieira, entre otros productos.