Fuente: Diario de Burgos
ITCL realizó el estudio de viabilidad de la idea que se proyecta para Villalonquéjar en 2011
Si nada ha cambiado en los últimos cuatro años, al proyecto para crear una red soterrada de calor con biomasa en Villalonquéjar no le van a faltar adeptos. Este requisito que ha puesto la Junta, el de que exista un interés real de las empresas para avanzar en la iniciativa, parece demostrado en el estudio de viabilidad que realizó el Instituto Tecnológico de Castilla y León en 2011, que se ha rescatado en las últimas fechas, y en el que 45 de las 79 factorías a las que se consultó se mostraron interesadas por engancharse a un sistema energético de estas características.
En el documento, que se extiende en más de 200 páginas, se detalla como en ese momento se mostraban receptivas, entre otras, empresas como Eurofrits, Ubisa, Hispanagar, Constantia Tobepal, Carnes Selectas Campofrío, Adisseo, Hyperbaric, Cropusa, Jhonson Controls, Benteler, Smurfit, Incarsa, Vekaplas, Dau Componentes, Lácteas Flor de Burgos, IMA, Edscha, Quesos Frías, Arias o L’Oréal. La inmensa mayoría de las más grandes e incluso también otros negocios no dedicados a la producción como la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Burgos (EDAR), el Centro Deportivo Villalonquéjar o el restaurante La Galería.
De todas ellas, L’Oréal fue la primera en dar el paso. El pasado mes de septiembre se inauguraba la planta de biomasa que hay muy próxima a su factoría, para la que se invirtieron 14,5 millones de euros (2,5 de la multinacional y 12 de la sociedad mixta Biocén) y a la que Benteler ya habría mostrado interés en engancharse. Y es que la multinacional de los cosméticos estimó que utilizaría el 70% de la energía que allí se crea, lo que abre la puerta a la entrada de nuevos clientes. Esta instalación tiene además la posibilidad de duplicar su producción con una segunda caldera. La idea inicial sería colocar una gran tubería a lo largo de todo López Bravo y a partir de ahí que se conecten las empresas.
El estudio de viabilidad detalla cómo la mayoría de las empresas demanda una energía que aporte calor a sus instalaciones y que otras, fundamentalmente del sector de la agroalimentación, también mostraban interés por el frío.
El Instituto Tecnológico de Castilla y León se decantaba por la biomasa en lugar de por la energía solar térmica o geotérmica debido a que para el primero de los casos se considera que «la ubicación geográfica del polígono industrial de Villalonquéjar tiene una radiación solar insuficiente» y en el segundo, por «la alta salinidad del agua embalsamada (subterránea) y sobre todo por la inversión que requeriría su explotación, cifrada en 25 millones de euros».
Sobre la biomasa, que destaca por encima del gas natural al entender que se comenzará a amortizar antes, destaca que «no emite gases contaminantes de CO2» y que es «un combustible con una alta disponibilidad en la provincia de Burgos». Se estima que para las empresas les pueda suponer un ahorro de cerca del 30%.
Otro de los aspectos que analiza el documento es la posibilidad de que algunas empresas aporten energía a esa red. Se trata de factorías que utilizan la tecnología de la cogeneración, como Quesos Frías o Mantequería Arias, y que no utilizarían todo lo que crean.
Es más, también se detalla que hay otras factorías con «un gran desaprovechamiento energético» al generar humos de combustión, vapor o gases que se podrían incorporar a la red de calor.
Tras la reunión celebrada este lunes entre la dirección general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Junta, el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar se acordó tener uno nuevo encuentro, ya con representantes de las distintas factorías, durante el próximo mes de febrero.