Que la red ferroviaria se adapte a los nuevos tiempos, mejorando sus sistemas y dotando de mayor precisión y fiabilidad a los mismos, es uno de los objetivos que persigue el proyecto Altiumcat en el que trabaja ITCL de la mano de la empresa Telice. Su objetivo, sumar innovación a la catenaria de una red convencional para detectar incidencias en el contacto con el pantógrafo y permitiendo que los trenes de media distancia sean modernos y sostenibles con el medio ambiente. 

Un hecho que no se da en los trayectos regionales o de la red de cercanías, mercancías, entre otros, y que en la práctica solo se vienen desarrollando en líneas con tráficos de alto valor añadido como las de la Alta Velocidad. Sin embargo, el aumento de tráficos y la búsqueda de trenes más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente hacen necesario contar con sistemas de última generación, capaces de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

¿Y cómo hacerlo? Monitorizando el estado de la interfaz pantógrafo-catenaria en más puntos y todo tipo de líneas. Un objetivo planteado en el horizonte 2022, dentro del proyecto ALTIUMCAT, financiado con cargo a fondos del Instituto de Competitividad Empresarial de la Junta de Castilla y León que desarrolla la empresa española TELICE con el apoyo de ITCL.

Según explica en una publicación el experto Iván Rivera, de Telice, “el nuevo sistema realiza la monitorización del desplazamiento del hilo de contacto al paso de un pantógrafo mediante sensores láser de triangulación de ultra largo alcance”. Un sensor consigue alcanzar una precisión en el entorno de los cinco milímetros para medidas realizadas a dos metros y medio de distancia, “más que suficiente para mejorar las capacidades de los sensores de las tecnologías anteriores”.

Modelos digitales

El trabajo desarrollado en el marco del proyecto permitirá que los sensores puedan “actuar como una alarma en caso de fallo estructural súbito, sabotaje o intento de robo del hilo” de la catenaria. Además, su bajo consumo eléctrico permite alimentarlo con una placa fotovoltaica en un gran rango de latitudes, con lo que es independiente de cualquier fuente externa, simplificando mucho su instalación. 

“Todo ello con un coste contenido que puede permitir su despliegue en todo tipo de infraestructuras ferroviarias provistas de catenaria flexible”, avisa el experto.

El proyecto permitirá llevar a cabo modelos digitales que ofrezcan, en un futuro próximo, “una capacidad real de predecir el desgaste de la catenaria y adelantarse a sus fallos. Y por otro, harán posible profundizar en el conocimiento teórico de esta tecnología más que centenaria para, tal vez, dar el siguiente paso en su historia de innovación”.