El secreto es adaptar sus consumos a sus necesidades reales mediante la realización de auditorías energéticas
Las subidas del coste de la luz en los últimos dos años, en la última se establecía un incremento del 11% al subir el pago de peaje de acceso que afecta a las empresas y a hogares y pymes con más de 10 megavatios contratados, han hecho que los empresarios comiencen a revisar sus gastos energéticos.
Instituciones como el Ente Regional de la Energía (EREN) y el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), llevan más de tres años mostrando a las empresas que el ahorro económico en gastos energéticos (electricidad, gasoil y gas) es una realidad. Jornadas iniciales ayudaban a presentar la iniciativa pero «este último año algunas empresas han empezado algunas a solicitar ellas mismas este tipo de trabajos» afirma el responsable de este programa en el ITCL, Rubén Renilla. La crisis y la subida de precios han hecho que el empresario vea que «la energía es un punto donde hay bastante potencial de ahorro económico, y las empresas cada vez se preocupan más por sus costes energéticos», concluye.
De esta manera en estos tres años un total de 22 empresas se han sometido a auditorías energéticas que ha realizado el ITCL, con sede en Burgos. Y la subvenciones que cada año concede con este objetivo el EREN se han agotado todas en la presente campaña.
Según las auditorías realizadas por el ITCL se ha obtenido un ahorro medio por empresa del 15,5% generando, en conjunto, una reducción del gasto energético de 486.000 euros. En algunas ocasiones las actuaciones para mejorar el rendimiento energético de una empresa viene dada por una inversión. El tiempo medio en el que se amortiza es de tres años pero «es raro que una empresa haga inversiones que se recuperan en más tiempo, especialmente por la situación económica actual», reconoce Renilla.
Las empresas auditadas han contado en dos casos con ayudas del EREN y en diez se ha desarrollado este análisis dentro del programa Innoempresa. El proceso mide cual es el consumo energético de la empresa por instalación y que perdidas energéticas se han detectado. «Con eso se plantea una batería de acciones de mejora, siempre cuantificando el ahorro energético, el ahorro económico y la inversión económica necesaria para llevarla a cabo» aclara el técnico del ITCL. Así la revisión más común en los sistemas auditados se refieren, en el ámbito energético, a los contratos de suministro eléctrico, sistemas de iluminación, aire comprimido, instalaciones de frío y motores eléctricos. También se analizan las características del gasto térmico en el edificio visualizando el consumo de calderas, hornos, secaderos y aislamientos (tuberías o equipos de calor).
El ahorro también varía en función de la actividad de la empresa. De las auditadas cinco se dedican al sector de agroalimentación, tres a la automoción, dos a la fundición no férrea y una de los sectores del plástico, hostelería y lavandería industrial. En otros casos la pérdida de energía venía dada por la potencia contratada al ser mayor del gasto o menor del gasto y pagar a un precio mayor lo consumido de más. En toros casos la identificación de fugas o la mala gestión de aire comprimido ha generado ahorros cercanos a los 24.000 euros al año.